jueves, 10 de julio de 2008

Día del Litoral grupo Alborán




















Día del litoral Andaluz

El día 5 de Julio del 2008, una veintena de voluntarios del litoral, participaron en una limpieza simbólica en la playa de la Rijana término municipal de Gualchos Castell (Granada),

La citada playa bajo el karst de Calahonda, entre la citada localidad y la de Castell de Ferroll. Fue durante muchos siglos puerto natural, donde los barcos se refugiaban de los temporales; por este motivo también fue un refugio de piratas,

Sobre el año 1777 se instaló un castillo con una pequeña guarnición de soldados, que comunicados con numerosas torres de vigía, protegieron esta zona del litoral granadino. Hasta el siglo pasado existió una vigilancia constante por parte de la Guardia Civil.

De toda esta historia en la actualidad solo queda un torrejón de lo que fue antaño el pequeño castillo y un aljibe de construcción nazarí, que a pesar de los parches de hormigón se mantiene en pie a duras penas.

Lo inasequible de algunos de sus acantilados ha hecho un lugar ideal para que aniden las gaviotas y otras aves marinas.

Todas estas circunstancias hacen del paraje un lugar ideal para la práctica del baño y del submarinismo, e induce a los viajeros de la carretera que la circunvala (N-340) a detenerse a observar el paisaje, descansar o reponer fuerzas para continuar la marcha.

Hubo un tiempo que existió un contenedor de basura para que los viajeros colocaran allí los desperdicios de comidas y bebidas; no obstante últimamente el mencionado contenedor ha desaparecido, desconociéndose las causas, también hay que observar que no todos los usuarios del lugar hacían uso de este contenedor; por lo que toda lo zona lamentablemente es casi un vertedero.

Como acción de voluntariado se pretendía limpiar la zona junto la carretera (N-340), y zonas de acantilados de difícil acceso; dado toda esta basura inevitablemente con la labor de la lluvia y del viento siempre termina dentro del mar; especialmente los plásticos.

A la convocatoria se presentaron veinte personas cuatro de ellos menores de edad, acompañados de padres y abuelos.

Se instalaron dos carpas en la zona de aparcamiento entre la carretera y la citada playa, se colocó una cuerda para facilitar las bajada y subidas evitando las caídas, los menores siempre acompañados por sus tutores se les prohibió que bajasen a los acantilados e incluso que se asomasen a los mismos.

Para facilitar la movilidad por terrenos abruptos las bolsas de basura habían sido sustituidas por sacos de hilo, en principio se había pensado que la actividad fuese solo el relleno de los cuarenta sacos comprados, no obstante dada la gran cantidad de basura los sacos se llenaron en media hora, por lo que se optó por ir amontonando la basura y posteriormente pasarla a bolsas grandes de basura, descartándose en vidrio que los voluntarios fueron llevando en sus coches para su reciclado.

Tras haber comenzado a las diez horas a la una de la tarde a pesar del entusiasmo excesivo de muchos voluntarios se forzó la finalización de la actividad, y se comenzó con el pan y el jamón del que solo quedó el hueso para un cocido y las cortezas para comida de un can.

La basura que no era vidrios quedó amontonada a la espera del servicio de limpieza.

Repercusión

Lo conseguido de forma evidente, fue el hacer este entorno un poco más limpio, evitar que muchas bolsas de basura terminen en el mar; el dar un toque de atención a algunas administraciones de la dejadez existente en algunos parajes; el que gracias a sus padres algunos jóvenes aprendan lo que no se debe hacer y para los que participaron la satisfacción de hacer algo útil para la el Medio Ambiente y la Sociedad, aunque esta sea sorda y ciega.

Se les da las gracias a todos los que han ayudado y a la prensa local Motril Información y provincial Granada Hoy por su sensibilidad en temas ambientales.